Después de mi cirugía por cáncer de mama, mi brazo comenzó a hincharse y a sentirse pesado. Me diagnosticaron linfedema, y aunque me dieron algunas pautas generales, seguía con molestias, falta de movilidad y mucho cansancio. Buscando soluciones, llegué a Advanced Health, donde desde la primera sesión vi la diferencia. Me hicieron un tratamiento específico con drenaje linfático manual, ejercicios terapéuticos y técnicas para mejorar mi circulación. Poco a poco, la hinchazón bajó y empecé a notar más ligereza en mi brazo. Lo mejor es que no solo se enfocaron en el linfedema, sino que también trabajamos la movilidad del hombro y la recuperación de mi fuerza con ejercicios adaptados. Gracias a este tratamiento, hoy me siento con más energía y sin las limitaciones que tenía antes. Si estás pasando por lo mismo, te aseguro que aquí saben cómo ayudarte de verdad.

Cuando me diagnosticaron cáncer, sabía que la quimioterapia iba a ser un proceso difícil. No quería que la fatiga y la pérdida de fuerza me dejaran sin calidad de vida, así que busqué opciones para sentirme mejor durante el tratamiento. En Advanced Health, empecé con fisioterapia oncológica antes de la quimio, lo que me ayudó a preparar mi cuerpo y mejorar mi resistencia. Durante las sesiones, trabajamos movilidad, fuerza y ejercicios para reducir la fatiga. Lo increíble fue que, a pesar del tratamiento, nunca llegué a sentirme completamente agotado. Después de la quimio, seguí con fisioterapia y mi recuperación fue mucho más rápida de lo que esperaba. Si estás en tratamiento o en recuperación, te aseguro que la fisioterapia oncológica cambia la forma en la que vives este proceso. Sentirte fuerte y en control hace toda la diferencia

Después de mi tratamiento por cáncer de próstata, empecé a notar pérdidas de orina, debilidad en el suelo pélvico y molestias al moverme. Me dijeron que era algo normal después de la cirugía, pero no quería resignarme a vivir así. En Advanced Health, me hicieron una valoración completa y me explicaron que con fisioterapia de suelo pélvico y ejercicios específicos, podía recuperar el control. Con las primeras sesiones, ya noté una gran mejoría en mi fuerza y en mi seguridad al moverme. A medida que avanzábamos, las pérdidas de orina se redujeron, mi postura mejoró y volví a sentirme fuerte y confiado en mi cuerpo. Hoy puedo decir que he recuperado mi calidad de vida sin necesidad de depender de medicación o soluciones temporales. Si estás en recuperación y sientes que tu cuerpo ha cambiado, no dudes en buscar ayuda profesional. La fisioterapia oncológica puede marcar la diferencia.